Fue necesario pasar por el servicio de Urgencias de mi hospital de cabecera para terminar de confirmar lo que tan claro he tenido siempre en mi cabeza. NO PUEDO Y NO ME GUSTA ANDAR CON TACONES. Y no es una excusa, según el médico del servicio de Urgencias, mis rodillas no están adecuadas para soportar ese instrumento de tortura femenino, así que, ya son muchos los años que todo mi calzado es plano y es una verdadera gozada.
No voy a negar que los tacones estilizan hasta el cuerpo menos estilizado y que imprimen cierto carácter, pero considero que hay muchas situaciones en las que su uso es completamente innecesario. Tal es el caso de muchas embarazadas que son incapaces de bajarse de ellos durante los 9 meses, o chicas que los calzan para salir a pasear al parque, hacer la compra en el super , bajar a la playa… y lo peor es cuando se usan a diario, especialmente para ir a trabajar, y no se sabe andar con ellos.
Los riesgos son demasiado elevados como para que merezca la pena su uso. Malformaciones en los pies de todo tipo, problemas en los tobillos, rodillas y espalda son sólo algunas de las consecuencias directas de un empleo continuado. Su uso ocasional puede estar justificado por lucir mejor según que prendas, pero se corre el riesgo de parecer un pato mareado si no se saben lucir con elegancia al andar.
La vida es maravillosa desde unas suelas planas. Incluso aunque seas bajita. Hay botas, zapatos, sandalias o zapatillas de deportes monísimas y comodísimas, perfectas para cada situación.
Por este motivo me parece maravilloso que Mercedes Milá haya decidido pasarse a la moda del calzado plano para presentar su programa.
El estilo no está en un par de zapatos está en la persona.
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