(Edmond Gouncourt)
martes, 24 de julio de 2012
DE FLOR EN FLOR
"No perdáis vuestro tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos. Las alegrías son como flores que la lluvia mancha y el viento deshoja".
(Edmond Gouncourt)
(Edmond Gouncourt)
domingo, 1 de julio de 2012
VACACIONES EN MI PUEBLO
Según algunos informes el 68% de los españoles van a elegir un destino nacional para sus vacaciones de verano.
Aunque la playa sigue siendo el destino más deseado, el pueblo recupera antiguas posiciones como destino vacacional.
Siempre me ha hecho gracia escuchar a mi madre decir que “si el pueblo fuera mío ya lo habría vendido”, pero ella se crió en él. Sin embargo para los que hemos pasado la mayor parte de nuestra infancia y adolescencia de veraneo en el pueblo esta opción siempre va cargada de una tremenda nostalgia.
Hace apenas 20 años las vacaciones en el pueblo tenían el encanto de la libertad, del olvido del reloj, de las jornadas completas con la pandilla, de las siestas interminables, de las noches a la fresca, de las reuniones familiares en casa de los abuelos, de la fruta recién cogida del árbol, de los huevos feos pero puestos en el corral de casa, de los tomates del huerto, del olor a tierra mojada, de las duchas en la terraza, con cazos de agua calentada al sol en palanganas gigantes, de los cotilleos de las viejas, de las jornadas de perejila en el patio de casa, de las fiestas…etc, etc.
Unos recuerdos maravillosos que adquieren más valor con el paso del tiempo. En mi caso los veranos se repartían entre el pueblo de mamá Salvaleón (Badajoz) y el de papá Ubrique (Cádiz), dos entornos completamente distintos pero llenos del sabor de volver siempre a casa, a casa de los abuelos.
Jamás olvidaré los platos de jamón de bellota que mi abuela Asunción nos dejaba todas las noches en la mesa del patio, para que nos tomáramos cuando volvíamos de madrugada y todos los mayores ya estaban acostados.
Ahora los abuelos de hoy en día ya no tienen casa en el pueblo sino en la playa o en la sierra.
Ojala todos los niños pudieran disfrutar de los placeres y beneficios de los pueblos siempre.
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